LA SEGREGACIÓN SOCIAL EN ANGOSTA (2003) DE HÉCTOR ABAD FACIOLINCE, UNA LECTURA DESDE EL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO (A.C.D.)

Abstract

Angosta, de Héctor Abad Faciolince, es una novela que representa situaciones cotidianas de una ciudad ficcional marcada por la violencia. Se describen lugares representativos de una ciudad sin una ubicación geográfica que corresponda a una ciudad real concreta, pero que por sus rasgos y sucesos podría leerse como la metáfora de muchas ciudades colombianas, asoladas por el conflicto armado de diversa índole. Es claro que, por el lugar de procedencia del autor y algunas marcas textuales que permiten realizar inferencias, se podría tratar de la ciudad de Medellín, Antioquia, ubicada en el estrecho de la cordillera Central de Colombia. La siguiente cita de la novela puede servir para testimoniar lo anterior: En la mitad de la cordillera central, o del Quindío, es decir, en el centro del dedo del corazón de esa mano con que los Andes terminan, lejos del mar todavía, tierra adentro, en esa franja del trópico andino donde la altura de las montañas doblega el calor y el exceso de humedad, hay una vasta extensión sembrada de cafetales. (Faciolince, 2003, p. 14) Además de esto, en un apartado del capítulo cuatro, Faciolince (2003) hace mención concreta a un sitio que bien se podría ubicar geográficamente dentro de Medellín, la Plaza de la Libertad, situada en el centro cívico de Antioquía, un escenario en el que el mayor realce es la vegetación y el contraste con la arquitectura, compuesta por edificios grandes y modernos, testimonio vivo de la Medellín de hoy en día. Andrés sale a la superficie por un costado de la Plaza de la Libertad. Esta es una gran explanada. Amplia, con prados de un verdor esplendoroso y salpicada de árboles ornamentales (yarumos plateados, guayacanes, ficus, sauces, eucaliptos, laureles), con edificios modernos por los cuatro costados y una estatua en el centro, la del gobernador Silvio Moreno, el gran ideólogo del Apartamiento, con su puño en alto y su frase más célebre labrada en bronce y puesta entre comillas debajo de sus pies calzados con botas de montar: ¡la separación es la única solución! (p. 29) Es bueno aclarar que, si bien el centro de la fábula (categoría de análisis tomada del formalismo ruso) tiene como epicentro a Medellín, en el transcurso de los hechos se enuncian características que se presentan en diferentes ciudades de Colombia. Por ello, cabe resaltar que la ciudad ficcional “Angosta” compromete indirectamente otras ciudades ubicadas dentro de la cordillera Central, ya que demuestra la intención de relacionar estratégicamente los variados climas de otras ciudades (tierra fría, tierra templada, tierra caliente) y que entrelazan el concepto de ciudad de “Angosta”. Allí la zona tórrida, atenuada por la altitud, produce una temperatura monótona pero agradable; no hay largas sequías ni llueve demasiado, no padece el azote de huracanes o explosiones volcánicas, la tierra es fértil, la vegetación rica y exuberante, la intensidad de la luz incomparable, las especies de animales numerosas y mansas con el hombre. (p. 14)